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El Papa Francisco y sus vínculos con el Deporte Motor

En la previa a Roma ePrix 2018, la serie eléctrica visitó Ciudad del Vaticano para recibir la bendición papal. La familia de Ayrton Senna le obsequió al Sumo Pontífice un casco y un busto del piloto brasilero. Antonio Giovinazzi le regaló al Papa su casco.   

El Papa Francisco falleció este lunes 21 de abril a los 88 años. El pontífice había enfrentado problemas de salud en los últimos meses. Su última aparición pública tuvo lugar el domingo 20, en un paseo sorpresa durante las celebraciones de Pascua en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. No es novedad la afición del Papa al deporte en general. No hablaremos de su fanatismo a su amado club de futbol San Lorenzo, pero si nos referiremos al Deporte Motor.

En 2018, Su Santidad le había dado una cordial bienvenida, en su residencia de Santa Marta, a pilotos y autoridades que competían en la Fórmula E. Además, la comitiva le llevó el coche oficial del campeonato que recibió, al igual que todos ellos, la Bendición Apostólica. Debemos recordar que Francisco fue un ferviente defensor del cuidado al medio Ambiente y luchó por la búsqueda de soluciones al Calentamiento Global.

En 2019, el Papa Francisco recibió una escultura de bronce de Ayrton Senna, regalo de la artista Paula Senna Lalli, sobrina del tricampeón del mundo de la Fórmula 1. También se le entregó el tradicional casco del fallecido, durante el Gran Premio de San Marino de 1994, piloto brasileño.

Finalmente, en 2020, el Pontífice nacido en Argentina bendijo el casco del piloto italiano Antonio Giovinazzi. Ocurrió previo al inicio de la temporada marcada por la pandemia del Covid-19 y Giovinazzi era piloto del equipo de la Fórmula 1 Alfa Romeo. Siendo el único piloto italiano de la grilla de esa temporada, entregó un casco al pontífice y habló sobre el papel del deporte en el desarrollo de los jóvenes.

También en 2018, el Papa recibió un Lamborghini Huracán personalizado. En lugar de utilizarlo, decidió subastar el coche para proyectos benéficos, especialmente para ayudar a los cristianos perseguidos en Irak. El vehículo se vendió por 715 mil euros, casi el doble de su valor original, y el dinero fue donado a diversas causas humanitarias.

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