Más allá de la Nieve: La sociedad de Nando Parrado con el Deporte Motor 

Es uno de los 16 sobreviviente en la Tragedia de los Andes, posteriormente participó en varias categorías en Latinoamérica y Europa llegando a probar un Fórmula 1. Juan Manuel Fangio, Carlos Reutemann, Bernie Ecclestone, Jacky Stewart y otras personalidades del automovilismo mundial apadrinaron su trayectoria.

Fernando “Nando” Parrado es conocido como uno de los 16 supervivientes de la Tragedia de los Andes -accidente aéreo que dejó a un equipo de rugby atrapado en la Cordillera de los Andes en 1972 y cuya historia quedó plasmada en libros y películas como “Viven” y recientemente la recientemente taquillera “La Sociedad de la Nieve”- pero también por sus actuaciones en el deporte motor ya sea en lanchas, motos y coches. Nacido en Montevideo -Uruguay- en diciembre de 1949, Nando pertenece a una familia acomodada de su ciudad natal, estudió en el Colegio Stella Maris donde la mayoría del alumnado jugaba y juegan actualmente en el equipo de rugby los Old Christians.

En los primeros días del accidente, el equipo decidió viajaban hacia Santiago de Chile para medirse en un amistoso de Rugby, Nando debió superarse a sí mismo primero recuperándose milagrosamente de las heridas por el hundimiento craneal que le provocó el impacto del avión que los transportaba contra una de las laderas de la cordillera y luego asumiendo las muertes de su madre Eugenia y su hermana Susana que lo habían acompañado en el viaje. Luego, junto a sus amigos accidentados, decidió a esfuerzo sobrehumano sobrevivir a las bajas temperaturas, lo escases de comida y al olvido de un mundo que ya los consideran muertos.

Fueron unos largos 72 días de angustia hasta que finalmente, junto a Roberto Canessa, emprendió una larga caminata de 60 kilómetros que les llevó más de 10 días de escaladas de montañas y largos valles nevados. El esfuerzo dio sus frutos, nuestro héroe en esta historia y su compañero lograron llegar a la civilización donde fueron encontrados por el arriero Sergio Catalán y así salvarse a si mismo y a sus amigos sobrevivientes.  Hasta acá la historia conocida por todos.

Pasada la pesadilla, Nano comenzó a incursionar en el deporte motor participando en competencias en Uruguay, Argentina y Europa. Antes del accidente, su padre Seler -cofundador de la Asociación Uruguaya de Volantes– le inculcó el amor por el automovilismo. En su país, comenzó a competir en el MotoCross para luego dar el salto a las cuatro ruedas primero con un Volkswagen Fusca y posteriormente con un Fiat 128.

Gracias a su historia de superación durante la tragedia y la pasión al automovilismo, se ha codeado con varias personalidades entre ellas Carlos Reutemann, Jackie Stewart y Bernie Ecclestone. Sir Jackie le enseñó, en 1973 a pilotear un coche de carreras que posteriormente le abrió las puertas a vincularse con Ecclestone. El dueño por ese entonces del equipo Brabham F1 -Nando cumplía funciones de mecánico- fue el nexo para llegar como piloto novato al equipo italiano Autodelta en 1977 para participar en el Campeonato Europeo de Turismos.

Junto a los pilotos argentinos Juan Pablo Zampa y Eugenio Breard, a bordo de un Alfa Romeo Alfasud Sprint bautizado popularmente como 43/70 -el equipo un fuerte patrocinio por esa marca de cigarrillos- y con el apoyo técnico de Reutemann -su primer momo se lo regaló precisamente el “Lole”- y Juan Manuel Fangio en total cosecharon nueve victorias sobre 10 presentaciones que claramente los coronaron campeones. Posteriormente participó de una de las ediciones en la carrera de automóviles históricos de Le Mans con un Matra 650 V12. ​

Su gran momento en el Motorsport llegó cuando en el circuito de Brands Hatch -Gran Bretaña- realizó pruebas con un McLaren MP4 cedido nada más y nada menos por Niki Lauda. Su experiencia con un Fórmula 1 fue increíble y a su vez determinante para tomar la decisión de no hacer el intento de competir en el “Gran Circo” debido a las grandes exigencias físicas y a las diferencias de registros -más de 10 segundos por vuelta- con los pilotos de la categoría que también estaban realizando test ese día. Su última incursión en una pista de carrera fue en 1982, Nando probó un coche de la Fórmula 2 de ese entonces con efecto suelo en Silverstone.

Todo lo vivido en el automovilismo lo llevó a crear y conducir el programa televisivo “Vértigo” que estuvo al aire por 15 años y que le permitió seguir conectado con el deporte motor y más precisamente con la Fórmula 1. Tuve el placer de entrevistarlo cuando la Fórmula E aterrizó en Punta del Este para las temporadas uno, dos y cinco, allí me expresó su aprobación al deporte sostenible, aunque a su entender el proceso de cambio del combustible fósil a otras alternativas más amigables al medio ambiente será largo por lo que deberán pasar varias generaciones para que sean utilizados en forma masiva.

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